miércoles, 10 de agosto de 2011

Puede.

Sí, puede que tal vez me haya cansado. Quizás me haya cansado de desilusiones, quizás de soñar despierta o de mirar el móvil cinco veces cada vez que me despierto en mitad de la noche. Y quizás también me haya cansado de esconder mis sentimientos, de fingir que todo me da igual, de hacer como que no te he visto cuando pasas a mi lado cuando en realidad me vuelan mil mariposas en el estómago. Cansada de ver películas de amor con final feliz, y de preguntarme por qué yo todavía no he tenido ningún final así. Cansada de odiarme a mí misma por no ser capaz de odiarte, de tumbarme en la cama en plena tarde de domingo mientras ahí fuera pasa la vida. Ya no recuerdo por qué llegue a estar así, por qué me ilusioné tantas veces, por qué no fui capaz de decirte aquel día que me pasaría la vida sentada a tu lado tan sólo para oírte respirar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario